jueves, 18 de septiembre de 2008

Las cinco de la tarde



Son las cinco de la tarde y están enterrando a un hombre.

Ayer vi la esquela, colocada en una pared, al fondo de mi calle. Es una esquina destinada a anunciar muertes y allegados y horas de sepelio, como otros puntos dentro del pueblo, donde uno se acerca cuando ve unas letras y, casi siempre, una foto.

Supe de la muerte de este hombre poco antes de leer su nombre allí, donde digo; me lo comentó un carpintero que estaba arreglando una cerradura en mi casa. ¿Te has enterado?, fíjate, con lo bien que estaba. ¿Cómo, qué, quién?, sí, éste, mujer, que tenía dos hijas pequeñas y que trabajaba en el super de las afueras. Voy a ver... Efectivamente, cuando miras la foto frente a ti, como si de un recorte de prensa se tratara, se te hiela la sangre. Tan joven, de un infarto, cómo es posible. 38 años no son pecado para morir.


Al final, uno acaba por descubrir que la vida son dos días, y que, cuando somos conscientes de eso, ha pasado ya uno y medio.


Al final, uno acaba siempre por descubrir su soledad.



9 comentarios:

Enigmática dijo...

Hay que intentar ser feliz y hacer feliz a los que nos rodean cada día, porque por desgracia nunca sabemos cuando acabaran.

Besos,

Enigmática

Anónimo dijo...

yo sigo manteniendo mi esperanza en lo que hay más allá de esta muerte

Malena dijo...

Tienes razón, Mª Jesús. La vida muchas veces es injusta, por eso, como sólo tenemos una, hay que intentar vivirla intensamente porque como digo yo: la vida son tres días y dos se los pasa lloviendo.

Un beso, corazón.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Sí, siempre nos damos cuenta que hemos perdido el tiempo, cuando ya es imposible recuperarlo.
Besicos

Anónimo dijo...

Mercé dice, Yo sigo creiendo que en este mundo no hay jussticia, y que oor lo tanto tiene que existir un Mas Allà, donde encontraremos la justicia que en nuestro planeta sea por lo que sea no hemos encontrado. Tambien creo que hay un destino, y cuendo te llega volar al Mas Alla no tienes otra salida. Ademas el traspaos a otra vida es un nuevo nacimiento a otra dimensión, ya sabemos que nadie ha vuelto para rxplicarlo, pero yo tengo esta creencia. Si no pensemos un poco. El munddo ya seres hermosos, bien formados fisicamente, otros en cambio fisicamente son una despilfarra humana, yo siempre me he preguntado, Tiene que existir algo maravilloso donde encontreremos la paz y la justicia, yo acepto lo que me ha tocado vivir, pero no por eso dejo de tener ilusiones y lo que me hace más ilusión es poder bajar las escaleras saltironando, es una bobada, y que decimos del mar, cuando voy a el y veo que solo me separa del agua unos metros, y que esto me impide meterme dentro de sus aguas y nadar, cosa que los que podeis ni siquiera gozais de ello, hay tantas cosas que no podemos entender que vale más vivir all dia, al instante y ser feliz con lo que la vida te ha dado, esto cuesta, pero si uno quiere lo puede conseguir, tu por ejemplo tiens que sertirte feliz y eso solo lo lograras tu solita, si es asi, te lo digo sinceramente, porque lo vivo en mi propia piel, eres fabulosa, sigue adelante me gusta como escribes..

Besos, mua mua mua

Por las fiesstas esperaba verte ...

Te damiro y te quiero

Francisco Ortiz dijo...

Y que somos huérfanos de muchas cosas, de muchos que se han ido. Un saludo.

Susana Peiró dijo...

A cada "omnipotente" que encuentro en mi camino, le mostraría estas líneas tuyas.

Hay quien vive como si fuera, no sólo dueño de su patrimonio, también como si hubiera comprado su propio tiempo y destino.

Cuando el ser humano dejó de mirar el cielo para concentrarse en su propio ombligo, perdió la perspectiva.

Gracias Amiga querida por esta entrada, todos necesitamos un buen sacudón para comenzar el día!

TE ABRAZO CON MUCHO CARIÑO!


PD:Todos los domingos actualizo el artículo de la semana. Ojalá te guste el próximo! Besitos mi Bella!

La sonrisa de Hiperion dijo...

La vida son dos putos días, uno está lloviendo, y la mitad del otro está nublado.
Estas cosas son duras, sobre todo vivirlas a flor de piel.
Saludos

Fernando García Pañeda dijo...

Nacemos y morimos solos. Eso es lo que en el fondo nos aterra. A algunos, por lo menos.
Y qué difícil es darse cuenta de ese día y medio que ha pasado.
Un abrazo.