miércoles, 28 de enero de 2009



Atraviesa el espacio

una línea que nos divide.

A un lado permanece el silencio;

al otro... tu presencia.


(Imagen: Internet)

domingo, 11 de enero de 2009

De muecas y sonrisas

( Botero. El baile)



El hombre permanece quieto, cansado, lacónico, ausente, casi mortecino. Alterna el peso del cuerpo de uno a otro pie; los hombros, imitando el movimiento, se balancean por pura inercia.

La mujer sonríe, mira aquí y allá, rebusca, se mueve.


El hombre la sigue, la persigue, la vigila, la pierde, la rescata, la aprieta sin tocarla.


La mujer se escabulle. Pregunta, pizpiretea, prueba, pasa de largo, retrocede.


Lo mira; continúa allí, a su lado, cual perro guardián. Soportando, aguantando, maldiciendo, pensando.


Caminan uno tras la otra, a cierta distancia, hacia la salida.


Ella, bolso al hombro. Él, carro y cartera.


Antes de poder respirar el aire frío de la calle habrá que pasar por caja.


Cariño mío: Son las rebajas.

¿Bailamos?