sábado, 27 de septiembre de 2008

El último avión


Tomó el último avión que pudo aquel viernes. Sólo para verlo.




Y lo vio. En cada uno de los rincones del barrio del Marais, la place des Vosges, el boulevard Saint Germain, la isla de Saint-Louis...






En los pequeños cafés, envueltos de acordeones y guitarras, en la orilla izquierda y en el agua del Sena.


Lo vio.




Los vio.




...No sé si París merecía este viaje.

11 comentarios:

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Al menos supo la verdad y una confirmación siempre creo yo, que merece la pena.
Precioso microrrelato. Me encanta este tipo de escritura
Besicos

Anónimo dijo...

Mercé dice, eres encantadora, pues fue a Paris, y paso lo que tenia que pasar, descubrió el engaño, y reacciono comenzando una vida mejor...

Que te engañen es orrible, saberlo es doloroso, pero con el tiempo quizas encuentre algo mejor...

Besos te quiero

FLACA dijo...

Paris es siempre Paris, sea como sea.¿Habrá mejor lugar para la melancolía y el desengaño?...Si me das a elegir en dónde prefiero deshacerme en lágrimas, si en la fuente de la plaza de Las Piedras o a las orillas del Sena,o tomándome un cafecito en esos bares de los Boulevares,te aseguro que elegiría haberme tomado el avión.
Un placer siempre compartir un rato de mi mañana de domingo en esta visita. Un beso,amiga.

FLACA dijo...

Y ahora que miro con más atención las fotos te digo que, si el amado es como ése que aparece en la primera,pienso que cualquier sacrificio es válido.

© José A. Socorro-Noray dijo...

París siempre vale la pena, aunque sea en soledad.

Un beso.

Unknown dijo...

llegué por casualidad, me gustaron todos y cada uno de ellos, saludos...

Susana Peiró dijo...

Exquisita Entrada.

Me gustó todo. La diagramación y el ensamble de fotos en blanco y negro con una historia que sorprende...claro que sorprende al final!

Muy buen gusto Amiga!

Qué fastidio son los desengaños, deberían prohibirlos por ley! Jajajajaja!!!! Creo que todos tuvimos algo de eso alguna vez!

Abrazotes Enooooooormes para Vos Preciosa María Jesús!

Malena dijo...

Siempre es mejor conocer la verdad, aunque últimamente dudo de todo y aparte de decirte que estás haciendo unas presentaciones preciosas (me gustaría aprender), ya sabes aquel dicho de Enrique IV de Francia: París bien vale una misa. En eso no tengo dudas.

Un beso, Mª Jesús.

Anónimo dijo...

Como esos decorados modernos que se posan en la escena ante los boquiabiertos vecinos españoles del patio de butacas, París aún baja del techo estrellado colgando de los hilos invisibles de mi memoria.

Nunca podré olvidar tanta belleza, tanta cultura y tanta libertad.

No sé cómo lo viviría ahora.

Un beso.
Codorníu.

Unknown dijo...

Creo que si.
Si merecía la pena hacer el viaje.
Es curioso pero inicialmente no he "visto" la otra intencionalidad de la historia.
Por lo que he leído en los comentarios, está implícita la búsqueda de una infidelidad.
Entonces me asalta siempre la misma pregunta:
¿Por qué no somos capaces de amar tanto a una persona que ello nos permita aceptar que su felicidad está al lado de otra persona?.
Debo ser muy raro, supongo.

Francisco Ortiz dijo...

Este blog es, sencillamente, delicioso.